Maravillosa colección del veterano diseñador, en la que sobresalieron sus vestidos-túnica en tonos rosas, de seda estampada con motivos florales hechos a mano; los trajes en tonos ácidos, como el naranja y el lima, los vestidos estampados con pequeños lunares en tonos pasteles, y para terminar modelos en negro, blanco y grises. Todo ello lleno de pequeños detalles, ribetes, cinturones, en oro o con lentejuelas que aportan glamour a las prendas.
En general una colección que refleja sin duda a una mujer elegante, puro lujo, sus prendas encajarían perfectamente en el Upper East Side Neoyorquino
Andrés Sarda
Incomparable, el saber hacer de este firma, siempre sorprendente, siempre espectacular, sus desfiles se deben marcar en el calendario, imprescindibles, Sardá es siempre una apuesta segura. Para la próxima temporada nos sugiere un look muy marinero, la rayas son protagonistas, en tonos azul, blanco y rojo, inspirado en los años 50, con talles altos, culottes, y ligas, y detalles sexys, como pequeños lazos.
Con algún guiño a los sesenta, en sus vestidos amplios fabricados con plástico trasparente que permite ver el bikini de debajo, estampados con lunares amarillos o negros sobre fondo blanco.
En la segunda parte de la colección nos trasladamos a los 70 y la música disco, en esta parte de la colección predominan los tonos oscuros, negro y morado, con mucha lentejuela y tejidos metalizados. También vemos inspiración sementera en las largas túnicas estampadas y casi trasparentes de lo ligeras que son.
Alma Aguilar
La diseñadora nos tiene acostumbrados a colecciones suaves, con atención en los detalles, y en esta ocasión no nos defraudó, se nota, sin embargo, un cambio en sus diseños, con propuestas más frescas. Y, según su creadora, más arriesgadas.
El pasado lunes en Cibeles presentó una colección en la que predominaron los vestidos vaporosos, llenos de volantes, flecos, pliegues, frunces y plisados.
Con dos estilos, el primero más inspirado en el Folk, vestidos largos estampados y con mucho vuelo, en tonos rosas y verdes; el segundo nos habla de una mujer más cosmopolita, con colores más suaves como el blanco, el marfil o los estampados en gris, acentuados con rosa bebe o naranja.
A destacar los tejidos, las gasas que se mezclan con lentejuelas para la noche, y los estampados paisley, de lunares, folk, o print animal.
Torreta
Una colección muy en su línea, clásica, sin sobresaltos, a destacar los vestidos con drapeados, jaretas y frunces, en gasa, que nos recuerdan a Grecia o Roma, con asimetrías, en tonos claros, beis o en azules. Inspiración ochentera, en algunos detalles, como las chaquetas de cuero, los hombros más marcados, o en los complementos.
Los colores básicos, negro, blanco, gris, y los tonos maquillaje, beis y marrones, para la noche el gris metalizado, y el azul.
Duyos
El diseñador se inspira en la polinesia y nos ofrece una colección destacable, sobre todo por sus estampados florales, originales de los años 50 y 60, sobre tonos ácidos como el lima, amarillo, o coral.
Otros tonos como azules, rojos y verdes, aparecen velados con una suave organza de seda, creando prendas voluminosas, llenas de volantes, frunces y drapeados, las faldas y pantalones marcan la cintura, y las chaquetas remarcan los hombros con pliegues.
También aparecen las asimetrías, algo en lo que coincidieron todos los diseñadores de la jornada. Para la noche el azul, mezclado con beis, y el negro, todo ello adornado con los brillos de las lentejuelas.
Además el diseñador aprovecho la ocasión para informarnos de una colaboración que ha llevado a cabo con Cacique Mojito, y que tiene como resultado unas exclusivas pulseras, de elaboración artesanal y edición limitada.
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